sábado, 30 de marzo de 2013

El espejo de la abuela

Como ya os comente el otro día, este espejo era de mi abuela Encarna, para mi es súper especial porque cada vez que lo miro me recuerda a mi niñez, desde que tengo uso de razón ha estado puesto en su recibidor y me trae unos recuerdos maravillos de mi abuelos, es curioso como pequeños detalles nos trasladan 20 años atrás y me veo jugando con mi abuelo Nicolás al superpoli, al bingo y las cartas o simplemente allí todos tumbados con ellos viendo la mini tele “de botones, por supuesto” jijijiij ¡toda una reliquia! no puedo evitar sonreír al recordarlo…

Bueno, al lió que os voy a aburrir con mi nostalgia,
Este es el susodicho espejo (sin espejo) porque estaba roto, ese es otro cantar.


¿Que necesitamos?
  • 1 bote de pintura
  • Un rulo poro cero
  • Una lija
  • Alcohol y un trapo
El color de mi pintura era mezcla de oro y plata, empezamos con un pequeño lijadito, lo limpiamos con alcohol en un trapo y mano de pintura, otro pequeño lijadito y otra mano de pintura, de paso pinte unos jarrones rojos que tenia en la cocina con la misma pintura.


Visita a la cristalería ¡y listo!


Este es un pequeño homenaje que quiero hacerle a mi abuela, no hay un solo día que no piense en ti, te quiero tanto, aunque te hayas ido siempre siempre siempre vivirás en mi corazón.



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